21 oct 2008

Diario con una bicicleta

El otro día me compre una bici, y pensé que después de no se cuantos lustro que no me monto, llegue a pensar que me iba a costar mucho recordar como funciona este aparato de dos ruedas.

Unos días después de comprármela decidí ir al retiro a ver como iba esta historia entre una maquina y un humano. Así que me preparé en mi casa poniéndome el casco, las rodilleras, las coderas y las dos ruedecillas que se pone en la rueda de atrás. Después de arreglarme me vi en el espejo y creo que me iba más a una fiesta de disfraces que a montar en bici, así que cogí mi aparato de cuatro ruedas y me fui al retiro, aprobar cuando veces iba a comerme el cemento o la tierra de este parque madrileño. Nada más llegar al parque me monte en la maquina pero en menos de dos segundos las ruedecillas se me rompieron fue mi primer accidente, pero le eche huevos al asunto y me monte otra vez, pero ahora sin ese pequeña ayuda en la rueda trasera, y primera impresión es que no se me ha olvidado montar en bici y los mas sorprendente es que después de disfrazarme de robocop no me metí ninguna ostia y la bici parecía que me llevaba ella más que yo.

Así que el primer pensamiento que tuve fue: Es verdad que no se te olvida montar en bici tengo constancia de ello y puedo dar fe (como los notarios).

Y pa ra terminar por hoy meteré una cita:

La peor forma de extrañar a alguien es estar sentado a su lado y saber que nunca lo podrás tener.

2 comentarios:

Blas Rascon dijo...

Marcos, enhorabuena por tu blog!!. Ya está agregado a mis favoritos y espero que cuelges cosas frecuentemente.
BESOS DE TUS AMIGOS DE GRANÁ

Unknown dijo...

Marks, me encanta que tengas un blog!!
Siempre pensé que tus monólogos estaban desperdiciados!!
Un beso,
Mónica